Todos los años repetimos función. El espectáculo está servido, bueno para quien se lo quiera tomar así. La verdad es que las tradiciones están para algo. Seas de la creencia que seas, da igual,
tómalo como una escusa para estar reunido y desear lo mejor, qué ya nos hace falta. En honor y homenaje a la mejor publicidad, la que yo denomino «la del celo», curiosos comunicados humildes, algunos no tanto…, desde el anonimato, con plena libertad de expresión y valentía de encuentros desconocidos entre personas, barata pero eficaz, sin impuestos ni tasas de administraciones, con espontaneidad milagrosa, os dejo una imagen anónima de buena voluntad y buenos deseos. Felices fiestas.