Diferentes artistas como Baptiste Debombourg, Erika Simmons, Mental Gassi, Peter Root, entre otros, a diferencia de utilizar técnicas científicas más avanzadas, o utilizar materiales costosos, toman objetos comunes y cotidianos como materia prima y soporte de creación.
Baptiste Debombourg, en su obra titulada «Air Force One», utilizó 35.000 grapas clavadas en un muro de 2,7 x 2,5 metros. Unos frescos que reproducen modelos manieristas con miles de grapas clavadas en la pared, crea un fuerte contraste entre la nobleza del tema y la banalidad del medio utilizado para expresarlo.
Peter Root, «ephemicropolis», representa una ciudad edificada con miles y miles de grapas, 100.000 unidades sobre el suelo de 600 x 300 centímetros. El resultado es espectacular y el realismo, sorprendente, sin duda.
Fuente: TheVoice